Algo de mi...

Hola ... Mi nombre es Juliana Salazar Sánchez, soy de Colombia, nací un jueves 4 de febrero de 1.982 en una ciudad de nombre Guadalajara de Buga, ubicada en el Departamento del Valle del Cauca, muy cerca de Santiago de Cali, desde muy pequeña estudie en un colegio religioso, orgullosamente soy  egresada de la Compañia de Maria Nuestra Señora del Pilar "La Enseñanza", soy abogada de profesión de la Universidad Libre Seccional  - Cali y escribo por Vocación.

La verdad es que… comencé a escribir desde muy pequeña, disfrutaba mis lecturas infantiles antes de dormir e imaginaba con ellas mundos paralelos a través de mis sueños, fui creciendo con una cultura tradicional Familiar a la lectura y fui poco a poco escribiendo lo que mi grata imaginación me brindaba, a mi mejor amiga le comencé a escribir mis actividades tal cual como las vivía, tratando de transportarla a esos momentos, como sí hubiese estado allí, presente conmigo, sus respuestas fueron alentadoras me invitaban a seguir escribiendo, sin embargo ante lo que mis palabras expresaban a través de mis manos, preferí silenciar mis escritos y quemarlos al ser terminados. De pequeña no guarde ninguno, pero mi amiga sí, aludiendo que algún día me iba a recordar lo que un día me inspiró hacerlo.

 

Soy una persona que disfruto de observar silenciosamente a los demás, me gusta ver el movimiento de sus manos al expresarse, como gesticula ante cualquier situación, cómo habla, cómo responde, como observa, todo lo que conlleva para de ese punto partir y crear historias que me permitan comprender, entender y conocer la esencia humana.

Tome la escritura como aquella locución silenciosa, detallista, profunda y controversial para plasmar todo lo que estoy aprendiendo, de lo que observo, siento y pienso, en historias de personajes cargados de ficción que habitan en un mundo real, de situaciones angustiosas, confusas, algunas de alegría, otras de tristeza, de un inmortal amor, sobre un adiós, un reencuentro, de abundante fantasía, de escasez de sentimiento o de un abandono cargado de traición, todo este gran y amplio camino va formando parte de un devenir que tienen su recompensa de aprendizaje y de espiritualidad incalculable.

Todos estos factores me impulsan y motivan gradualmente a que como persona quiera dar lo mejor de mí, cada vez que me siento a escribir una nueva enseñanza llega, carezco de experiencia en su universalidad, pero tengo claro que, cada letra, cada palabra, cada oración, cada página, más que un sentimiento es un fragmento de la vida de uno mismo o de alguien más que se libera, para formar los más lindos sonetos y componer una emoción reprimida y prisionera en oda a la libertad. 

para mí de por sí ya era difícil permitir que alguien desconocido pudiese leer lo que yo escribía y dar ese paso, era un reto enorme que más que vencer miedos a arriesgarme, era dejar a un lado paradigmas que se encontraban más que adheridos, ya me urgía romper moldes y escribir mi propia historia fuese la que fuese.

 

El solo acto de permitir que otros lean, comenten critiquen y motiven a seguir escribiendo, genera un gran logro para mí, di un paso grande para seguir creciendo como persona y con esto siento que estoy aportando un granito de arena para el cambio en este mundo caótico real, no quiere decir todo lo anterior que es un hecho el salto a la fama, no, ni más faltaba, es un paso que impulsa a seguir dando otros más.

Escribir libera, escribir me permite invitar a quien yo desee a que vuele conmigo o sin mí, escribir me lleva a descubrir mundos enigmáticos, asombrosos, maravillosos, con solo describir lugares, situaciones o sucesos que permitan que tu imaginación los recree, a sentir amor por unos y a expresar enojo por otros, a manifestar diversos sentimientos y emociones, a ser yo misma, yo siento que cuando escribo, permito que al leer mis páginas entren en mi mente.

 

Hoy estoy muy feliz, porque no solo los cuentos de hadas tienen finales felices, hoy el final de una historia llego al vencer limitantes, dando origen a un mundo inexplorado y aún desconocido, pero cargado de ganas e ilusiones acompañado de constancia y perseverancia por seguir aprendiendo y recorriendo un camino demasiado estrecho, es de conocimiento que las críticas me pueden llegar a consumir y los elogios más que efímeros no faltaran, pero la inmortalidad de lo que escribiste perdurará como tu esencia y eso nadie pero nadie te lo va a quitar.

Con este maravilloso mundo de la escritura en mi vida se traza un nuevo camino, falta mucho por aprender, mucho por construir y mucho más por soñar, pero las intenciones estarán intactas mientras ustedes me permitan a través de su lectura, seguir desnudando mi pensamiento y compartir mas de mis escritos porque así he llegado a la inmortalidad a través de lo que escribimos, conservando siempre nuestra esencia en letras.

 

Gracias, Gracias y mil Gracias!